La salud sexual y salud reproductiva es un estado de completo bienestar físico, mental y social en todos los asuntos relacionados con la esfera sexual y reproductiva y no la mera ausencia de enfermedades o dolencias relacionadas a la misma.
Implica que las personas pueden tener una vida sexual satisfactoria y segura, basada en relaciones de igualdad y equidad, la capacidad de reproducirse y la libertad de decidir si, cuándo, con quién y con qué frecuencia hacerlo.
Para mantener la salud sexual y salud reproductiva, las y los adolescentes y jóvenes necesitan acceso a información precisa y acceso a métodos de anticoncepción seguros, efectivos, asequibles y aceptables. Deben estar informados/as y capacitados/as para protegerse de las infecciones de transmisión sexual, evitar embarazos no deseados, y decidir oportunamente el momento de tener hijos, incluyendo el acceso a servicios que garanticen tener un embarazo adecuado y un parto seguro sin que corra riesgo su vida.
El acceso universal a la planificación familiar es un componente clave de la salud sexual y salud reproductiva, que contribuye a la reducción de la desigualdad y al desarrollo de los países.